La aplicación de las leyes no puede ni debe ser inflexible.. Desde que Salomón dictara partir a un niño en dos partes para solucionar la disputa de dos posibles madres, el juez y los tribunales tienen el privilegio de interpretar las leyes, según cada caso.
Aunque prevaricar sea "dictar sentencia por un juez o autoridad a sabiendas de que es injusta", casi nunca se ha castigado a ningún juez por ese delito de prevaricación. Pero aparte de ello. ni el juez Garzón ha dictado una sentencia, ni el procedimiento utilizado ha sido para una causa injusta, sino para todo lo contrario.
También dice el diccionario que prevaricar es "cometer una falta menos grave en el ejercicio de un deber o función". Con respecto a esta definición podemos considerar también prevaricadores a todos los políticos que prometen muchas cosas a sabiendas que no pueden cumplir. Prevaricamos todos cuando mentimos a sabiendas que estamos mintiendo. Pero para este delito puede haber dos eximentes, primero "la mentira piadosa", y segundo "el fin justifica los medios".
Está completamente claro que las intenciones de Garzón eran activar el esclarecimiento del El Gunter, el caso prolongado en el tiempo de corrupción más importante de los últimos tiempos en España, y ha sido raro que el Tribunal no haya utilizado la flexibilidad de que dispone para absolverlo, y en cambio castigarlo a una inhabilitación de 11 años que lo aleja de su carrera de juez para toda su vida.
Por todo lo dicho anteriormente, gran parte de nuestra población y medios internacionales están seguros de que el juicio ya sentenciado, ha sido una verdadera "cacería" gregaria hacia la figura del juez Baltasar Garzón.
Es probable que los recursos de su abogado Bocanegra lleguen hasta los Tribunales Internacionales, y hasta existe la posibilidad de que alguno de esos Tribunales puedan considerar prevaricadores a los siete jueces del Tribunal Supremo Español.
martes, 14 de febrero de 2012
sábado, 11 de febrero de 2012
LA NUEVA RECONQUISTA
LA NUEVA RECONQUISTA
Ni Rubalcaba es un Don Pelayo que empiece desde Asturias venciendo al gigante Alvarez Cascos, ni las elecciones andaluzas del 25 de Marzo próximas serán la batalla de las Navas de Tolosa que puedan restaurar el colorido rojo de nuestro país de los años 80 y 90.
La travesía del desierto que Carmen Chacón no estaba dispuesta a recorrer, lo va a tener que recorrer Rubalcaba, y tal vez algunos sucesores suyos, porque la travesía va a ser larga y porque en ese tiempo van a surgir cambios que puedan desviar el rumbo de muchas instituciones y programaciones actuales.
Las grandes guerras y las grandes crisis siempre son portadores de cambios, y mucho más cuando éstas afectan a todo un mundo globalizado.
La situación mejorará en el mundo cuando los políticos se desprendan de sus intereses personales, cuando los sindicatos no partan de su formación ideológica, cuando los jueces sean elegidos por el pueblo, cuando las cárceles se convierte en colonias de trabajos múltiples, cuando las religiones se desprendan de sus cleros, y cuando los servicios imprescindibles de la sociedad, como son la sanidad, la educación, la ecología y la banca estén dirigidas por el estado, o sea por los poderes públicos.
Trataremos próximamente de analizar estos casos..
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Ni Rubalcaba es un Don Pelayo que empiece desde Asturias venciendo al gigante Alvarez Cascos, ni las elecciones andaluzas del 25 de Marzo próximas serán la batalla de las Navas de Tolosa que puedan restaurar el colorido rojo de nuestro país de los años 80 y 90.
La travesía del desierto que Carmen Chacón no estaba dispuesta a recorrer, lo va a tener que recorrer Rubalcaba, y tal vez algunos sucesores suyos, porque la travesía va a ser larga y porque en ese tiempo van a surgir cambios que puedan desviar el rumbo de muchas instituciones y programaciones actuales.
Las grandes guerras y las grandes crisis siempre son portadores de cambios, y mucho más cuando éstas afectan a todo un mundo globalizado.
La situación mejorará en el mundo cuando los políticos se desprendan de sus intereses personales, cuando los sindicatos no partan de su formación ideológica, cuando los jueces sean elegidos por el pueblo, cuando las cárceles se convierte en colonias de trabajos múltiples, cuando las religiones se desprendan de sus cleros, y cuando los servicios imprescindibles de la sociedad, como son la sanidad, la educación, la ecología y la banca estén dirigidas por el estado, o sea por los poderes públicos.
Trataremos próximamente de analizar estos casos..
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